El comportamiento humano no es vivaz o seco, ni blanco o negro. La evaluación DISC consiste en entender a cada persona a través de la combinación de cuatro estilos de personalidad. Al tenerse en cuenta los rasgos de personalidad primarios, secundarios y terciarios, e incluso comprender aquellos que se encuentran ausentes, es posible entender las acciones cotidianas de una persona, sus preferencias personales dentro de los diferentes entornos, su capacidad de organización, su comunicación con los demás, sus reacciones, cómo evita los conflictos y mucho más.